Fundación ASAM Familia

EL APEGO

Diego Figueras, Madrid, Entrevista con Carlos Rosillo para EL PAIS

Apego es un término que definió el psicoanalista y psiquiatra John Bowlby, que analizó las carencias de los niños huérfanos de la II Guerra Mundial. Se dio cuenta Bowlby de que necesitamos a unas figuras que nos cuiden, fundamentalmente, para tener seguridad.

Cuando somos muy pequeños, seguridad física, algo que nos viene de la evolución de las especies, porque apego tienen también los animales. Nacemos inválidos, indefensos, ante los depredadores. Bowlby afirmó que nuestra necesidad de apego no es secundaria a la alimentación, como hasta el momento defendían los psicoanalistas. Si estamos inseguros en la crianza no aprendemos bien porque andamos siempre con las señales de peligro encendidas.

La relación de cuidados físicos, emocionales y mentales va cambiando en las fases del desarrollo. Un apego seguro se suele considerar terminado en el año y medio. Por eso, hoy en día, se considera tan importante un permiso de maternidad y paternidad como mínimo de un año.

El apego es una necesidad básica determinada por la especie. Necesitamos cariño, sostén y alimentación. En función de cómo sean esos cuidados salimos con resistencia a la adversidad o con vulnerabilidad, lo cual es un factor de riesgo muy importante en cuanto a la posibilidad de padecer enfermedades mentales a partir de la adolescencia.

Hay apegos sanos e insanos. El apego seguro es el que nos hace resilientes. No significa que estemos todo el día pegados al niño. Al contrario, hay que promover su autonomía según las fases: en cada edad el niño necesita un tipo de relación afectiva, cognitiva y conductual distinta. Si nos pasamos de listos o de cortos nos vamos a apegos inseguros. Por ejemplo, la sobreprotección da un apego inseguro y con menos resistencia a la adversidad. Es el mal de la sociedad moderna.

Los trastornos de personalidad están íntimamente relacionados con nuestra forma de vida. El estilo de crianza influye enormemente. Si a un niño se le cría en un apego seguro la probabilidad de tener enfermedades mentales es baja, en general.

Un apego sano promueve la autonomía personal. En cada momento tenemos que estar separados un poco de nuestros hijos para que exploren, para que se relacionen con el mundo. El exceso de preocupación se relaciona con el trastorno límite de la personalidad. En crianzas muy sobreprotectora los hijos hacen rupturas muy fuertes con los padres, los castigan.

El otro apego que favorece el trast0orno mental es el apego inseguro, evitativo, que es todo lo contrario, el de unos padres excesivamente despegados. Se ha dado mucho en las educaciones británicas. El niño se separa desde muy joven, y lo importante es la rectitud. Es un apego que se relación con las figuras paternas muy potentes. Tiende más a dar vulnerabilidad a la psicosis, porque te enseñan a fiarte solo de ti mismo, a pensar que vives en un mundo hostil, persecutorio, que mostrar afectos es de blandos, y hay que ser individualista, hay que triunfar. Son trastornos más cercanos al narcisismo.
Y lo más toxico de todo es la ausencia de las relaciones de apego. Lo que llamamos el apego desorganizado. Malos tratos, abusos, violencia física, orfanatos duros. Esos chicos muestran patologías desde muy pequeños. Son niños muy psicopáticos, los que torturan al gato, que maltratan a otros niños. Si no hay apego, no hay empatía.