Atender las necesidades de colectivos vulnerables y personas en riesgo de exclusión como causa de múltiples dificultades en el ámbito de la salud mental, en todas las etapas vitales. Esta tarea está integrada por un conjunto de intervenciones de apoyo psicosocial, preventivas y de detección precoz, individuales y familiares. El fin último es conseguir autonomía personal e inclusión social, educativa y laboral para una participación socio comunitaria plena e independiente y una mejora en la calidad de vida.